Una lista de los remedios más populaes para adelgazar.
- Toma 2 cucharaditas de vinagre de sidra en un vaso de agua
unos 30 minutos antes de las comidas principales.
- Consume alimentos como el perejil, el vinagre de sidra, el
huevo duro que ayudan a adelgazar ya que el organismo tiene que consumir para
su metabolización más energía de la que aportan.
- Toma un té de manzanilla después de cada comida para
ayudar a la digestión.
- Tomar una infusión calentando un litro de agua y añadir
luego dos cucharaditas de té rojo y finalizando con 5 cucharaditas de cardamomo. Consumir 1 taza al día. No consumir en caso
de embarazo, úlcera péptica o gastritis
- Durante 40 días y en ayunas, consumir una cocción de 25 gramos de hojas de
malva frescas junto con medio litro de agua. Ayudar con una dieta ligera a base
de verduras, frutas y pescados y carnes a la plancha.
- Preparar un batido de tres zanahorias lavadas y, muy
importante, sin pelar. Beber entre las comidas más importantes.
- Poner a hervir una taza de agua y echar una cucharada de
mate. Colar y tomar una vez al día. Ayuda en el proceso de la digestión y
alivia la sensación de hambre.
- En la licuadora hacer un zumo de cinco fresas troceadas,
el zumo de un limón y medio vaso de agua. No añadir ningún azúcar extra. Tomar
uno todos los días.
- En ayunas empezar el día comiendo un diente de ajo y
después un vaso de agua. Hacerlo un día sí y otro no.
- Cocer tres alcachofas en medio litro de agua. Tomar este
líquido durante el día.
- Tomar en ayunas una cucharada de bicarbonato sódico en un
vasito de agua todas las mañanas.
- Beber al menos dos litros de agua diarios.
- En la licuadora echar una manzana verde cortada en
cuadraditos junto con un vaso de zumo de piña. Mejor consumir si es posible por
las mañanas.
Recomendaciones:
Cuida tu alimentación. Elimina las grasas saturadas y las
comida basura. Consume más carne de pollo y pescado a la plancha e incluye toda
la fruta y verdura que puedas. Si sientes gana de picar algo entre comidas,
toma una infusión, un tomate o un zumo.
Bebe mucha agua.
Reduce drásticamente el consumo de azúcar y de alcohol.
Sustituye los dulces y el chocolate por fruta.
Reduce el número de horas de televisión, te llevan a una
vida más sedentaria y haz ejercicio diario. Media hora caminando al día puede
llegar a hacer milagros. Y aparca el ascensor y sube por las escaleras.
Duerme lo suficiente. La falta de sueño hace que nuestro
organismo reclame alimentos ricos en hidratos de carbono para compensar la
energía que no hemos recuperado durante el sueño.
Cambia a comer en platos más pequeños. Engañamos a nuestro
cerebro con la señal de haber terminado nuestro plato, lógicamente habiendo
comido una cantidad de alimentos más pequeña.
No vayas a comprar al super con hambre, acabarás comprando
más de lo necesario.
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